El sérum es el complemento ideal a tu cuidado diario. Pero si aún no estás convencida si debes o no incluirlo en tu rutina, seguro que con nuestros 9 tips te acabamos de convencer.

1. Alta concentración

Los sérums se componen con fórmulas de activos de muy alta concentración, por lo que permite obtener resultados visibles en poco tiempo.

2. Más profundidad

Su fórmula penetra hasta las capas más profundas de la piel.

3. Siempre en compañía

Tras la aplicación del sérum, se recomienda aplicar una crema con los mismos activos, ya que actúan a niveles diferentes de la piel. El sérum en capas más profundas y la crema en las más superficiales.

4. Textura ligera

Su textura es tipo gel o emulsión, por lo que la absorción es rápida y no crea un efecto graso en la piel. Esto permite que puedas aplicar tu crema habitual sin que interfieran sus texturas.

5. Siempre antes de la crema

Se aplica siempre sobre la piel limpia, como “primera capa”. Luego aplica tu crema habitual y luego el maquillaje o la protección solar. Aplícalo de dentro hacia fuera con movimientos circulares, y en cuello y escote, con movimientos ascendentes.

6. No hay edad, sólo necesidades

El sérum no tiene edad. Cada fórmula está diseñada para tratar diversas necesidades. Encontrarás tratamientos antimanchas, anti-irritaciones, iluminadores, nutritivos, etc. Eso sí, todos ellos incluyen cuidado antiedad.

7. Dos veces al día

Se aplica tanto de día como de noche, siendo fundamental por la noche ya que nuestra piel absorbe mejor todas sus propiedades.

8. Pieles sensibles

Al tener una alta concentración de activos existe la posibilidad que pueda causar irritación en las pieles irritables. Por eso, te recomendamos que utilices uno específico para pieles sensibles.

9. Pieles grasas

Si tienes piel grasa también puedes usar uno, ya que su textura ligera no te aportará extra de grasa. Sólo tienes que aplicar un cuidado específico para pieles grasas después.

¿Cuál de nuestros sérums se adapta mejor a las necesidades de tu piel?